DEFENSORÍA DEL PUEBLO REPUDIA LINCHAMIENTO EN SHINAHOTA Y EXIGE A LAS AUTORIDADES UNA RESPUESTA PRONTA Y EFECTIVA A LA POBLACIÓN-
27 de junio de 2025
La Defensoría del Pueblo ha tomado
conocimiento del hallazgo de dos cuerpos sin vida en el municipio de Shinahota,
departamento de Cochabamba, con evidentes signos de violencia, presumiéndose
que ambas personas fueron linchadas tras ser acusadas del robo de vehículos.
Como Institución Nacional de Derechos
Humanos, se recuerda a la población que los linchamientos y toda acción que
pretenda sancionar o castigar hechos delictivos por mano propia están al margen
de la ley y constituyen delitos. Estos actos no representan ninguna solución y,
por el contrario, constituyen graves atentados contra los derechos humanos, la
dignidad de las personas y el Estado de Derecho.
Bolivia es un Estado Plurinacional
cimentado en los valores de justicia, diálogo y respeto a la vida, establecidos
en la Constitución Política del Estado (CPE), que en su artículo 15.1 señala
“Toda persona tiene derecho a la vida y a la integridad física, psicológica y
sexual. Nadie será torturado, ni sufrirá tratos crueles, inhumanos, degradantes
o humillantes. No existe la pena de muerte”. Cuando se toma la justicia por
mano propia, no solo se afecta la convivencia armónica, sino que se genera más
violencia, miedo y desconfianza en la sociedad.
Si bien el Ministerio Público se
encuentra realizando las investigaciones correspondientes, estos hechos
evidencian la profunda crisis de credibilidad y acceso a la justicia que
atraviesa el país, extremo que, sin embargo, no justifica que sectores de la
población recurran a acciones violentas y fuera de la ley, que solo generan más
inseguridad y vulneración de derechos humanos. Por ello, la Defensoría del
Pueblo, insta al Estado, en particular, a la Policía Boliviana, Ministerio
Publico y Órgano Judicial, a cumplir su rol constitucional y otorgar una
respuesta pronta y efectiva a la población enmarcada en la CPE, las leyes y los
convenios y tratados internacionales en materia de Derechos Humanos,
ratificados por Bolivia.
Ningún delito, por grave que sea,
justifica el sufrimiento cruel e inhumano de otro ser humano